Su conservación es fundamental, para el ecosistema y para la economía
Al llegar el verano es el momento en que ponemos nuestros ojos en las costas más que nunca. Pero los recursos naturales que ofrecen están en peligro
Carol RINCON DE LA VEGA/ ESPAÑA
La protección de nuestras costas es fundamental / Foto: Carol Rincón de la Vega
La mano del ser humano es el principal factor de deterioro de las playas y costas a lo largo de todo el mundo. Grupos ecologistas, científicos e instituciones han alertado sobre el deterioro progresivo de las costas de casi todo el planeta, aquejadas de problemas graves de erosión, destrucción del hábitat, contaminación del agua y agotamiento de los recursos.
Greenpeace, en uno de sus últimos informes, denuncia que la mano del hombre, y en particular el desarrollo urbanístico atribuible al turismo no tiene en cuenta la fragilidad de los ecosistemas porque pone la costa a su servicio.
Principales problemas
La erosión es uno de los principales problemas / Foto: Carol Rincón de la Vega
Uno de los problemas más graves es la erosión, cuya consecuencia más visible es la desaparición de las playas. Pero también la destrucción de los hábitats costeros y los sistemas ecológicos relacionados, lo que pone en peligro el futuro de las poblaciones que residen en estos entornos. Por otro lado, la erosión altera tanto las barreras naturales contra el mar, como son las dunas, como las artificiales construidas por el ser humano, algo que puede provocar, por ejemplo, graves inundaciones.
Y este fenómeno, desgraciadamente, se da en casi cualquier punto del planeta. La Comisión Europea (CE) ha llamado la atención sobre la erosión creciente de las costas europeas a causa de la actividad humana, constatada en un estudio realizado durante tres años en el litoral de los estados miembros de la Unión Europea (UE). Según este informe, el 20% de las costas europeas se ve “gravemente afectado” por este fenómeno, que provoca una regresión de la línea de costa de entre medio metro y dos metros al año, aunque en algunos casos alcanza los quince metros.
En dicho estudio recogen, además, otros factores. Uno de ellos es la propia construcción de infraestructuras que detienen o modifican el depósito de sedimentos que llegan al mar a través de ríos y torrentes, o la extracción masiva de arena en algunas zonas para la construcción.
La costa es uno de los ecosistemas más amenazados / Foto: Carol Rincón de la Vega
Además de este impacto directo causado por la mano del hombre, la erosión costera también se vería afectada por el aumento del nivel del mar y de las tormentas e inundaciones, que el informe relaciona con el calentamiento global.
Medidas a tomar
La mayoría de los países empieza a tomar conciencia de este problema, y están actuando en consecuencia intentando encontrar una situación equilibrada que favorezca tanto al medio ambiente como al sector turístico. El Gobierno Español, por ejemplo, por medio del Ministerio de Medio Ambiente, contempla una serie de medidas, como la expropiación de áreas críticas implicadas en procesos erosivos para permitir su libre evolución. También favorece la creación de estructuras de defensa de costas, el desmantelamiento de barreras artificiales que impiden el transporte de sedimentos, la regeneración de playas o el mantenimiento de un ancho libre de 100 a 200 metros del frente litoral, de manera especial en aquellos tramos más delicados.
Los países se conciencian / Foto: Carol Rincón de la Vega
También cuenta con una legislación específica que se ha recrudecido en estos últimos años ante el desmesurado avance del sector inmobiliario en las zonas costeras. En España, la Ley de Costas regula en la actualidad el espacio costero, que recibe la consideración de dominio público propiedad del Estado y está sujeta a un régimen jurídico especial, de Derecho Administrativo.
Establece una serie de facultades a favor de la Administración para su protección y conservación. Esta norma supuso un cambio radical frente a la anterior legislación, por contar con un enfoque más proteccionista para el medio ambiente.
Pero aún queda mucho por hacer y avanzar para proteger estos bellos ecosistemas tan importantes para el ser humano. Tan solo hay que recordar que la vida de nuestro planeta nació en los océanos, hay que agradecérselo cuidándolo y protegiéndolo.
Informe de Greenpeace sobre el estado de las costas españolas en 2010
